
El mundo está inmerso en un verdadero chute de cafeína: hoy se consumen más de 9.537 millones de kilos de café en el planeta, un 94,6% más que hace solo 35 años. Todo un éxito para una industria que con su sabor y aroma ha conquistado a millones de personas, pero que ahora atraviesa un momento amargo. El cambio climático está reduciendo las áreas de cultivo en los principales países productores, que por ahora han capeado la tormenta y la escalada de precios gracias a las reservas acumuladas en años anteriores. El futuro, sin embargo, no es esperanzador.
En 2050, el área de cultivo de café en todo el planeta —que ahora llega a casi 11.000 millones de hectáreas, según la FAO— se reducirá en un 50%, según las estimaciones del Instituto de Cambio Climático de Australia. En América Latina, la zona que lidera la producción de este alimento a escala global, la merma podría alcanzar hasta el 80% del terreno cultivable para esa fecha, según un análisis publicado en la revista científica estadounidense Proceedings of the National Academy of Sciences. “En solo la mitad del área actualmente disponible para la siembra de la materia prima se tendrá que cosechar 2,5 veces más café para satisfacer la demanda futura”, explica Christian Bunn, especialista del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), una organización con sede en Colombia que tiene como objetivo mejorar el uso de los recursos naturales.